Descubrir el entorno próximo a Montfalcó nos servirá como avance de lo que la sierra nos puede ofrecer, ya que en un radio de un kilómetro podemos encontrar grandes maravillas.
ERMITA DE SANTA QUITERIA Y SAN BONIFACIO.
A diez minutos de Montfalcó se encuentra la ermita de Santa Quiteria, a la que se accede por un camino de frondoso vegetación. Una joya del románico aragonés encaramada sobre una cresta rocosa que desafía al vacío actuando como balcón natural. Desde allí obtendréis las más espectaculares panorámicas del Congost de Montrebei y Canelles.
La ermita data del siglo XI y fue restaurada en 1996 por el gobierno de Aragón a través de Prames. Tiene una planta rectangular irregular, bóveda de medio cañón y una bella ventana geminada de tradición lombarda.
MIRADOR DE MONTFALCÓ.
El camino sale de detrás del albergue por un lomo rocoso entre encinas, pinos y enebros. El camino nos lleva a un llano divisorio y gira a la izquierda para superar una emboscada y pendiente ladera que lleva al afloramiento calizo donde se sitúa el mirador, dotado de una mesa de interpretación del paisaje. En apenas 15 minutos obtendréis unas magníficas perspectivas del Congost, las sierras de Sabinos y de Millá; Canelles, la ermita de Santa Quiteria, Fet, Corça…
CUEVA DE LOS HIGOS.
Bajo la cresta donde se ancla Santa Quiteria se horada la cueva de los higos, en un farallón calizo. Para acceder a este lugar (utilizado antaño para el secado o deshidratación de los higos) salimos de Montfalcó por la pista que baja al embalse. A los 400 metros más o menos veremos cómo sale un camino acondicionado con escalones, que sube entre bloques calizos a la base de la pared. Así se gana altura dando lazadas por terreno irregular y, sin alejarse del roquedo, se remonta la pendiente hasta la boca de la cueva.
FUENTE Y LAVADERO DE MONTFALCÓ.
En las cercanías de Montfalcó se encuentra, entre un sombrío bosque, una de las escasas fuentes que surgen en la sierra del Montsec. El sendero arranca hacia el norte desde el mismo parking del albergue; el sendero consiste en un sendero de interpretación, en el que distintos pies temáticos dan a conocer la flora y la fauna del lugar. La senda baja a tramos entre muros de piedra y numerosas lazadas hasta la fuente y lavadero donde también hay un merendero.